La situación creada por la grave pandemia de coronavirus ha motivado la adopción de medidas extraordinarias para luchar contra la enfermedad, inicialmente a través de la declaración del estado de alarma y, posteriormente, con la aprobación del Real Decreto Ley 10/2020.
En este contexto, la industria española ha sido y es una parte activa del esfuerzo colectivo que la sociedad está realizando para luchar contra la enfermedad, y está siendo a su vez, de forma directa y por su efecto inducido en el sector servicios, el activo más sólido para mantener la actividad económica.
La industria productiva española genera hoy el 13% del PIB y el 12% del empleo de forma directa, si bien sus efectos indirectos e inducidos alcanzan, respectivamente, el 43% de la riqueza y el 30% del empleo. Los puestos de trabajo son, en la industria, de alta calidad en términos de salario, estabilidad y formación, y su contribución a las cuentas públicas en términos de cotizaciones, IRPF derivado, IVA, impuestos especiales y otras figuras tributarias, es proporcionalmente superior a la de otros sectores. Asimismo, un 96,9% de la industria española está conformada por pequeñas y medianas empresas (con menos de 200 asalariados).
La industria es también responsable del 92% de las exportaciones de mercancías y de más del 50% de la inversión privada en investigación, innovación y desarrollo tecnológico, área fundamental no sólo para impulsar la competitividad, sino también para facilitar el desarrollo de productos y tecnologías digitales, y aquellas que garantizan la sostenibilidad y la lucha eficaz contra el cambio climático.
Por todo ello, desde la Alianza por la Competitividad de la Industria Española -constituida por ANFAC (automoción), AOP (refino), ASPAPEL (papel), FEIQUE (química y farmacia), FIAB (alimentación y bebidas), OFICEMEN (cemento) y UNESID (siderurgia) -además de seguir contribuyendo de forma indispensable a la generación de productos esenciales para luchar contra la crisis sanitaria-, consideramos que es necesario impulsar prioritaria y urgentemente la actividad industrial y de los sectores productivos, para que ejerzan su fundamental papel tractor de la economía, adoptando un plan de medidas eficaces que simultáneamente estimulen la demanda y la competitividad de las empresas.
Y en este sentido, estimamos que el Gobierno impulse un programa integral de medidas basado en las siguientes 10 propuestas: